El aislamiento de las puertas de garaje frías está diseñado principalmente para reducir la transferencia de calor y mantener la temperatura deseada dentro del garaje. Varias funciones clave contribuyen a su potente aislamiento:
1. Paneles aislados: Puertas para cámaras frigoríficas Se construyen con paneles aislantes fabricados a partir de sustancias como espuma de poliuretano o poliestireno extendido. Estos paneles tienen una alta resistencia térmica en las viviendas, impidiendo que el calor entre o salga del garaje.
2. Burlete: Los bordes de las puertas de almacenamiento frías están equipados con burletes, generalmente hechos de caucho duradero o PVC. Esta tela flexible crea un sello hermético mientras la puerta está cerrada, eliminando cualquier espacio a través del cual pueda salir aire frío o entrar aire caliente.
3. Roturas térmicas: Para evitar la transferencia de calor a través del marco de la puerta, las puertas de garaje frías suelen incluir roturas térmicas. Se trata de materiales aislantes ubicados entre los elementos internos y externos del cuerpo para restringir la deriva de energía térmica.
4. Sistemas de sellado: Las puertas de garaje frías cuentan con avanzados sistemas de sellado que garantizan un cierre hermético. Estos también pueden incluir juntas, sellos de compresión o sellos inflables que lo hacen más grande cuando la puerta está cerrada, mejorando el sello y deteniendo el interruptor de calor.
5. Doble o triple acristalamiento: Algunas puertas de almacenamiento frías también pueden funcionar como doble o triple acristalamiento, lo que significa unas pocas capas de vidrio separadas por un espacio lleno de aire o combustible. Esta producción también complementa el aislamiento creando barreras adicionales contra la transferencia de calor.
Al combinar estos elementos aislantes, las puertas de garaje blancas están diseñadas para mantener una temperatura sólida dentro del área de almacenamiento, evitando fluctuaciones de temperatura y manteniendo el sabor agradable de los productos almacenados.