Un evaporador de almacenamiento en frío funciona según los principios de la refrigeración para mantener bajas temperaturas dentro de la instalación de almacenamiento. La función principal del evaporador es absorber el calor del interior del almacenamiento en frío y transferirlo al refrigerante que circula dentro del sistema. Así es como funciona el proceso:
Circulación de refrigerante: un sistema de refrigeración de circuito cerrado contiene un refrigerante, normalmente un gas o un líquido, que tiene un punto de ebullición bajo. El refrigerante circula a través del sistema, cambiando de estado de líquido a baja presión a vapor a baja presión a medida que absorbe calor.
Absorción de calor: dentro del almacenamiento en frío, el serpentín del evaporador es una red de tubos que contiene el refrigerante. Cuando el aire caliente del espacio de almacenamiento entra en contacto con la superficie fría del serpentín del evaporador, el refrigerante absorbe el calor del aire.
Cambio de fase: a medida que se absorbe el calor, el refrigerante sufre un cambio de fase de líquido a baja presión a vapor a baja presión. Este cambio de estado permite que el refrigerante absorba más calor sin un aumento significativo de la temperatura.
Circulación de aire enfriado: el vapor refrigerante frío dentro del evaporador ahora circula a través del sistema de refrigeración, alejando el calor absorbido del área de almacenamiento en frío.
Compresor y condensador: el vapor refrigerante, que ahora transporta el calor absorbido, ingresa al compresor, donde se comprime y se convierte en un gas de alta presión y alta temperatura. Este proceso aumenta la energía del refrigerante y lo prepara para el siguiente paso.
Rechazo de calor: el gas refrigerante a alta temperatura y alta presión fluye hacia el condensador, donde libera el calor absorbido al entorno circundante. El refrigerante se condensa nuevamente en un líquido a alta presión durante este proceso de rechazo de calor.
Válvula de expansión: el refrigerante líquido a alta presión pasa luego a través de una válvula de expansión, donde sufre una caída de presión. Esto reduce la presión y la temperatura del refrigerante, convirtiéndolo nuevamente en un líquido de baja presión. Ahora está listo para ingresar nuevamente al evaporador, continuando el ciclo de refrigeración.
Al ciclar continuamente el refrigerante a través de este proceso, el evaporador de almacenamiento en frío elimina eficazmente el calor del área de almacenamiento, manteniendo bajas temperaturas y creando el ambiente ideal para la conservación de productos perecederos. La eficiencia de este proceso asegura que el almacenamiento en frío se mantenga a la temperatura deseada mientras se minimiza el consumo de energía.